10 mitos comunes sobre la salud dental desmentidos Lo que necesitas saber

10 mitos comunes sobre la salud dental desmentidos: Lo que necesitas saber

El miedo al dentista y a los procedimientos y tratamientos dentales ha generado a lo largo del tiempo una serie de creencias, que los estudios y la ciencia se han encargado de comprobar que no son reales. Revisa estos 10 mitos comunes sobre la salud dental desmentidos, para que no te confundas y puedas cuidar tus dientes de manera adecuada.

Mito 1: Sólo los adultos necesitan ir al dentista

Esta afirmación no es cierta, ya que es muy importante que desde niños vayamos al dentista.  Los pequeños desde muy corta edad, incluso antes de que brote el primer dientes, deben ir a una consulta con el dentista, porque en ella se puede detectar cualquier problema de salud bucal y ofrecer un tratamiento a tiempo.

Adicional a esto, llevar a los niños desde temprana edad al consultorio odontológico es una buena forma de enseñar a los niños sobre higiene dental, y que conozcan cómo cuidar sus dientes y encías desde pequeños. Así también se evita el miedo al dentista.

Mito 2: Si no tengo caries, no necesito ir al dentista

Aparte de que la caries no es la única enfermedad bucal o problema de salud dental que existe, ir al dentista solo cuando tienes algún malestar o dolencia no es lo más indicado.

No sólo necesitas ir al odontólogo cuando sospechas que tienes caries, o sientes molestias, se recomienda visitar al odontólogo cada seis meses, aunque no tengas ningún síntoma. Esto te permite fomentar una buena relación con el especialista, aprender técnicas para una adecuada higiene bucal, recibir limpiezas y chequeos regulares; y así evitar o detectar problemas de salud bucal a tiempo.

Mito 3: El flúor es dañino para los dientes

Las concentraciones de flúor que se encuentran en los productos de cuidado dental son seguras para la mayoría de las personas, por lo cual no representa un daño ni para los dientes ni para la salud en general.

Aunque algunos niños y los adultos mayores pueden ser más sensibles al flúor que otros, en general no conlleva riesgos. En los más pequeños solo hay que cuidar la cantidad de pasta dental que se utiliza.

Mito 4: No necesito usar hilo dental si me cepillo los dientes dos veces al día

Para entender por qué esto es falso, debes saber que el cepillado y el uso de hilo dental tienen funciones diferentes dentro de la rutina de higiene dental.  Hay que tener claro que las cerdas de los cepillos no llegan a todos los rincones de la boca, y en las áreas de difícil acceso es que el empleo de hilo dental juega un papel importante, eliminando partículas y desechos que se acumulan y luego forman bacterias que forman la placa o producen caries.

Mito 5: Si me lavo los dientes con bicarbonato de sodio, blanquearé mis dientes

Utilizar bicarbonato de sodio directamente sobre los dientes no sólo no blanqueará sus dientes, sino que dañará su esmalte. Este producto resulta muy abrasivo para la capa exterior dura de los dientes, y al contrario de lo que buscas puede provocar caries y manchas. Además, puede causar sensibilidad al calor y al frío.

Si deseas un blanqueamiento dental en Salamanca, contamos con los mejores especialistas, recuerda consultar a un dentista antes de realizar cualquier tratamiento.

Mito 6: No necesito usar un enjuague bucal

El enjuague bucal, así como el cepillado y el hilo dental, forma parte de la rutina de higiene bucal, entre los beneficios que ofrece están:

  1. Ayuda a reducir la placa y el sarro.
  2. Eliminar las bacterias que producen caries.
  3. Refresca el aliento.
  4. Ayudan a proteger las encías.

Por estas razones es importante incluir el enjuague bucal, pero teniendo en cuenta las recomendaciones del dentista, que conoce las necesidades particulares de cada paciente.
Cuidar los dientes de leche

 

Mito 7: Los dientes de leche no necesitan ser cuidados

El hecho de que los dientes de leche en algún momento se caigan para dar paso a los permanentes, no significa que se deban descuidar.

Recuerda que la salud bucal afecta la salud general.  Y no cuidar los dientes temporales puede provocar caries, enfermedades en las encías y otros problemas, que luego pueden afectar la salud de los dientes permanentes.

Mito 8: Las caries sólo se pueden producir en los dientes frontales

Este es otro de los mitos comunes sobre la salud dental. Pero la realidad es que la caries se pueden formar en cualquiera de los dientes, no importa si son frontales, posteriores o molares.

El proceso para que se produzcan las caries no tiene que ver con el diente en sí, sino con la mala higiene dental. Cuando se combinan las bacterias de la boca con los azúcares de lo que comemos y bebemos, y no tenemos una adecuada rutina para limpiar nuestros dientes, se forma la placa dental que luego se convierte en sarro que atrapa bacterias y termina provocando la caries.

Mito 9: Los dientes amarillos son un signo de mala salud bucal

Existen diversos motivos por los que los dientes pueden verse amarillos, y no necesariamente significa que la persona tiene una mala salud bucal.

Con el paso de los años el esmalte de los dientes puede desgastarse, y mientras nos hacemos mayores nuestros dientes pueden empezar a verse más amarillos. La genética también es un factor que puede hacer a una persona más propensa a tener los dientes amarillentos.

Consumir bebidas y alimentos de color oscuro o que contengan colorantes oscuros, como el vino el café, el té puede provocar manchas los dientes.  Así como, fumar también daña el esmalte y mancha los dientes.

Dientes amarillos

Mito 10: El mal aliento es normal

El mal aliento no es normal, la realidad es que se trata de una señal de que algo no está bien en tu boca.  Incluso puede indicar un problema subyacente.

Las causas del mal aliento pueden ser varias, desde bacterias, poca producción de saliva, enfermedades de las encías, hasta problemas médicos más graves como el cáncer.

Ahora que hemos aclarado estos mitos comunes sobre la salud dental desmentidos y explicamos lo que necesitas saber acerca de ellos, cuentas con información suficiente para ser consciente de que estas afirmaciones son falsas, y que creer en ellas no te ayuda en el camino para tener una salud bucal óptima. Si aún tienes dudas y preocupaciones al respecto puedes consultar a tu dentista de confianza, contáctanos.

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